Agua

El agua es vida, fluida y libre,
siempre sabe adaptarse a todas las formas y recipientes.
Mansa y dócil, acaricia suavemente,
pero cuando la retienes, se vuelve imponente y peligrosa.
Vende muy caro el precio de su libertad.

Por eso, todos los ríos tienen un maravilloso sortilegio,
el de la furia y la docilidad abrazadas
en una corriente luminosa.
Cada pétalo, cada flor tiene su esencia,
y hasta la vida misma y nosotros
somos agua en cofres de suavidad.

El fuego mismo, en cada combustión por ardiente que sea,
siempre al final queda cenizas y agua.
Una maravilla que no tiene explicación
más que disfrutar su esencia y su misterio.

La naturaleza del agua es un enigma eterno,
suavidad y fuerza en perfecta armonía.
Nos susurra en silencio, que en nuestra propia existencia,
somos igualmente complejos, igualmente maravillosos.

Como el agua, nos adaptamos, nos transformamos,
y en cada gota, en cada chispa de vida,
reside un misterio que solo podemos apreciar,
dejándonos llevar por su esencia y su encanto divino

 

Agua