Alquimista

Un alquimista me urge.
Que sepa darme
algún arte de magia,
una alfombra mágica
que me lleve
a tu orilla dorada.
Volverme un mago invisible,
para volar secretamente
a tu morada encantada,
poder hacerme soplido,
Incoloro, inaudible,
para deslizarme
hasta el fondo de tu alma.

Necesitaría un pozo
repleto de silencio.
Que esas aguas profundas
me reflejen esbelto en tu mirada.
Encender estrellas cual candiles
en tu bóveda de agua,
que se vuelva mar,
que insiste y rompe
las arenas del tiempo
de mis silencios.
Quizás la inocencia
que ya no tengo,
esa cercanía del rocío
mojado del alba,
y mientras espero
la magia del sortilegio,
te sueño, sueño tu amor.
Y te espero.