Amor y Sueños

Éramos niños, mirábamos de pie sobre el tapial, llenos de amor y sueños, cómo la vida transcurría sin prisa pero sin pausa por la acera del tiempo.

Rebozantes de inocencia,  sueños e ilusiones, contábamos los días y las horas, anhelando ser adultos y creyendo que así tendríamos la llave de la vida. Pero el tiempo pasó y lo hizo con una velocidad asombrosa; el viento de la vida nos arrancó las ilusiones y casi despeinó nuestros sueños, llenándolos de experiencias y frialdad.

Nos convertimos en adultos conformes pero insensibles, viviendo memorias de sal y promesas de cristal. Quizás el tiempo se adueñó cruelmente de todo, pero los sueños y la ilusión de amar con el alma, hasta desvanecer el corazón, no pudieron ser doblegados. Esos sueños e ilusiones se irán con nuestra alma el día que emprenda ese vuelo infinito, sin tiempo y lleno de escalas, por mundos de luz y de emoción.

La niñez, con su magia intacta, se convirtió en un tesoro de recuerdos guardados en el rincón más cálido del corazón. Cada risa, cada aventura sobre el tapial, se transformó en un faro que ilumina nuestro camino, recordándonos la pureza de nuestros primeros anhelos. Aunque la adultez trajo consigo la dureza de la realidad, en lo profundo de nuestro ser, esa chispa de inocencia y esperanza sigue viva, esperando el momento de renacer.

Y así, en el ocaso de nuestros días, cuando el tiempo se detenga y la vida se convierta en un suspiro eterno, nuestros sueños e ilusiones se alzarán, libres y radiantes, acompañándonos en nuestro vuelo final hacia el infinito. Allí, en ese reino de luz y emoción, volveremos a ser niños, sin el peso del tiempo, con el corazón abierto y el alma lista para abrazar la eternidad 💫

 

Amor y sueños