Con los años

Con los años, la vida cambia
se transforma en una angosta avenida,
donde la verdad camina a un lado
y las mentiras al otro.
Avanzamos sin detenernos a pensar,
sin saber realmente a dónde queremos llegar.
El tiempo pasa y aprendes,
dejando atrás aquello que ya no te sirve,
y descubriendo que una amistad es un tesoro
más valioso que cualquier riqueza.

La vida da vueltas, nos lleva y nos trae,
a veces mareándonos,
hasta dejarnos en el mismo lugar,
pero la diferencia es la experiencia,
la sabiduría que acumulas en el trayecto.

Insisto, ¿puedo?
Una amistad es la joya de esta vida,
ésa, que tantas veces te toma de la mano
para ayudarte a conciliar el sueño,
el sueño de las noches oscuras.

Al final de todo, nos damos cuenta
que pasamos la vida esperando ser mayores,
respetables, persiguiendo bienes y metas,
y cuando llega el ocaso, lo que más añoramos
es al niño inocente, lleno de sueños y vida,
que hace tanto tiempo fuimos.
En esa inocencia perdida,
se esconde la esencia de lo que realmente importa.

Con los años