La soledad duele, hace daño,
a veces, hasta se vuelve invisible.
Por mucho que la observes desde fuera,
nunca sabes lo sola que está
una persona por dentro.
Los silencios a veces hieren,
pero nunca como mil palabras vacías
de la soledad acompañada,
que hiela los huesos y seca el alma.
Miras hacia atrás,
y ves todo el camino recorrido,
miras adelante,
y solo encuentras el vacío.
Y es justo en ese instante,
cuando la distancia se hace presente,
que comprendes que ha comenzado
el principio del fin.
Es un momento de frialdad absoluta,
donde el eco de lo que fue
se pierde en la inmensidad
de lo que ya no será.
La soledad no es sólo estar solo,
es sentir que, aun rodeado,
el abismo se ha instalado en tu interior.
Es en ese dolor silencioso
donde se revela la verdad más dura:
que no hay compañía que alivie
la soledad de un corazón
que ya no encuentra consuelo.
Tan de acuerdo y tan bello! ❤️
Gracias Tali 🙏 Qué lindo leerte 😊