Tienes una oportunidad,
el don de sentir,
el dolor más profundo del amor
que no puedes curar.
Por su amor, has hecho cosas
que jamás harías por mí,
tal vez las mismas
que de tonto hice por ti.
Me visto de desnudez,
cada vez que leo tus letras,
mi corazón se vuelve vulnerable,
traicionándome, cambiando su latir.
Corremos en círculos,
nadando en el aire,
masticando viento,
perdiéndonos en la misma espiral sin fin.
Estoy desafiando al tiempo,
preguntándome si acaso
olvidaste que nada es casualidad,
que cada paso, cada giro,
tiene un significado,
una razón escondida.
Es un juego peligroso,
este de los sentimientos,
donde las cartas son emociones
y las reglas, misterios
sin descifrar, sin resolver.
Nos encontramos una y otra vez,
en este laberinto
de suspiros y silencios,
buscando respuestas en las sombras
de lo que pudo ser y lo que es.