Suspiros
Respirar mi soledad y beber el sol en copas de ilusión. No pretendo nada, soy el dueño de mis sueños y aunque no lo sepas, allí eres la reina y la dueña del universo.
Te invito a un sueño, aunque el precio elevado sea tu sonrisa. En la quietud de mi soledad, encuentro consuelo en los rayos dorados del sol, transformándolos en copas llenas de esperanza. No busco nada más que la paz de mis propios pensamientos, navegando en un mar de sueños donde tú reinas suprema, sin siquiera saberlo.
Te ofrezco un sueño, un refugio en este mundo imaginado, donde las preocupaciones se disipan y sólo queda la pureza de nuestras aspiraciones. Acepta mi invitación y deja que tu sonrisa ilumine este reino, aunque sea por un momento. Porque en ese instante, todo lo que es real se mezcla con lo irreal y el precio de tu sonrisa se convierte en la más preciada de las ofrendas, dándole vida a nuestros sueños compartidos.