Aprender a soltar

Aprender a abrazar
es tan importante
como aprender a soltar.
Si alguien te ofrece su mano,
apriétala con fuerza,
pero si te pide o sientes,
que necesita que la sueltes.
Déjala ir.
Ciertamente soltar es vivir.

Es el aire que llena los pulmones,
tan necesario y esencial,
como los afectos y los abrazos.
Aferrarse es detener el tiempo
y  el tiempo,
en su esencia,
es un susurro efímero.

Las sonrisas,
esas sí saben volar,
son abrazos que rompen distancias,
puentes invisibles entre corazones.

Escucha a tu corazón,
sabe más de lo que imaginas,
es el motor de sueños
que vuelan alto,
a donde la mente no puede llegar,
saltando de flor en flor,
de estrella en galaxia,
navegando el cielo
al ritmo de tus latidos.

Es un viaje guiado por el sentir,
donde los sueños dibujan el camino
y el corazón siempre sabe la dirección.

soltar