El Dolor de los Vacíos

Ay de los vacíos,
están llenos de nada.

No duele lo que se va,
sino lo que deseamos y nunca llega,
como un horizonte que se escapa
dejando un eco de sombras y anhelos.

Me dijeron que lo que nunca se tuvo
no deja vacío en el alma,
pero, ¿cómo explico ese suspiro
por lo que jamás sucedió y aún así me falta?

El amor lo es todo,
tiene el poder de hacer vibrar el alma,
como una melodía que sacude el viento
o partirla en mil pedazos silenciosos.

¿Cuántas estrellas cuenta tu cielo?
¿Cuántos sueños tocaste al vuelo?
¿Cuántos orgasmos estremecieron tu ser?
Tal vez no lo sepas,
pues hay preguntas que laten sin respuesta,
llenas de vida y misterio.

Como las lágrimas que saben a mar,
¿o es el mar el que lleva el sabor de las lágrimas?
¿Quién podría descifrarlo?
La vida es magia,
y si tú no haces de tus días un encanto,
¿quién te regalará el milagro?

 

vacíos

El Eco del Dolor

El dolor es la pérdida, un trozo de alma que se quiebra,
una grieta profunda, una herida que nos desnuda,
nos deja solos, frente al espejo de la soledad,
donde reconstruirnos es la única opción.

En su sombra, se oculta el goce,
pues en cada lágrima que cae,
se asoma la posibilidad de vida,
de sentir, de abrirse al mundo una vez más.

Desde el primer suspiro, somos hijos del vacío,
el dolor nos acompaña, se inscribe en la piel,
cada herida es una cicatriz del existir,
un recordatorio de que perder es vivir.

Y aunque el dolor más agudo nos atraviesa,
es en ese instante que el alma más brilla,
pues en la fragilidad del ser,
nace la fuerza para seguir, para gozar.

El dolor es el aviso de la vida, un grito silencioso,
un golpe sutil que nos sacude el alma,
nos susurra basta, detente,
nos obliga a cambiar de rumbo, a mirar hacia dentro.

Es la señal que marca el límite,
nos hace retroceder, volver al inicio,
renacer desde el mismo vientre de la existencia,
donde la vida nos moldea, nos transforma.

En su dureza, el dolor nos guía,
nos muestra el camino
hacia una nueva versión de nosotros mismos,
nos enseña que cada caída es un renacer,
una oportunidad de ser más fuertes,
más sabios, más vivos.

dolor