Juegan las estaciones a sucederse,
la primavera trae su néctar,
flores que al viento susurran,
el aire cálido despierta mi piel
y el corazón late distinto,
floreciendo en espera de tu nombre,
ese nombre incompleto, desconocido,
pero siempre tan esperado.
Tengo un arpegio para tu cabello,
melodía que aguarda el concierto
de sudores incompletos,
lágrimas que secar
con el revés de mis dedos,
sueños de estaciones encontradas
donde solo falta tu presencia.
El otoño guarda las hojas,
refresca el aire,
humedece los rincones,
llueve adentro,
como si el cielo supiera
que aún falta tu nombre,
ese nombre que mis labios
nunca pronunciaron,
pero que mi alma reconoce.
Tengo ganas
de otoño o primavera,
de estaciones
que bailan en tu recuerdo,
esperando tu llegada,
como el sol a la mañana,
como la luna a la noche incierta.