Hilo de oro

La vida es oro
vivir sobre la Tierra es sólo un susurro,
un suspiro pasajero en el aliento eterno;
el amor, un reflejo entre luces y sombras,
pero la amistad…
es un hilo de oro,
firme y delicado,
que no se corta ni en la última despedida.

La infancia se aleja, la juventud la sigue,
la vejez nos toma y, tras ella,
la muerte nos abraza,
pero la amistad leal permanece,
como huella marcada en la arena,
como canto escondido en el viento.

La flor más hermosa pierde su encanto,
pero una amistad auténtica,
ésa, no se marchita;
se vuelve raíz, se hace piedra,
perdura hasta la eternidad.

Todo en la vida es tiempo,
cuestión de esperar el instante preciso
cuando alguien llega,
como si el universo le hubiera marcado
tu rumbo, tus pasos, tu risa.

Será quien te entienda sin palabras,
quien sonría al verte,
quien sin juicio te acepte
y al final del día,
te diga en su silencio más hondo:
«Eres mi paz y mi refugio.»

Dormirás con una sonrisa,
porque sabes que en su corazón
guardas el lugar más especial,
sin pruebas ni dudas,
tan solo el susurro eterno de un hilo de oro
que nunca se romperá.

oro