Hilos invisibles nos unen.
Nada es casual,
aunque lo olvidemos.
Vivimos entrelazados
por hilos que no se ven,
pero se sienten.
En el ritmo infinito
de la danza sagrada
de lo que debía pasar.
Y tú y yo,
como estrellas que se rozan,
sin saberlo,
ya estábamos escritos,
en el misterio.
De estar juntos
sin razón aparente.
Te lo cuento bajito
Nada es casual,
todos estamos conectados
por una razón que,
ni siquiera imaginas.
Viviendo en un mundo
perfectamente imperfecto
y en esa imperfección,
está la magia de la perfección.
El misterio de la razón,
aunque te parezca imposible.