Me he cansado,
el viento no se puede detener,
el sol tapar con un dedo
ni el agua atrapar entre las manos,
y sin embargo, allá voy!!
Las causas perdidas son las únicas
por las que vale la pena luchar,
y para males,
nadie va a decidir por mí
ni cambiar mi porfía.
Sólo hay una persona
que puede decidir lo que voy a hacer
y soy yo mismo.
Este mundo está loco
y si algo tiene la locura
es un mundo de sueños.
Sólo los soñadores mueven montañas.
Inventan ríos, dibujan soles.
Cerrar los ojos,
llenar el pecho de aire fresco
y avanzar sin demasiado raciocinio,
que pensamos demasiado
y sentimos muy poco,
es casi una ley. Triste ley.
Desafiar la tormenta,
caminar sobre el filo de los sueños,
donde la lógica se desvanece
y sólo queda la verdad del corazón.
Cada paso,
con la certeza que da la locura
la brújula de los valientes,
aquellos que se atreven
a imaginar lo imposible
y a convertirlo en realidad.
Porque este mundo,
necesita más soñadores,
más locos que se atrevan
a desafiar lo establecido
y a crear nuevas formas
de ser y de vivir.
Cierro los ojos, respiro profundo
y siento la fuerza del viento,
la calidez del sol, la pureza del agua,
y avanzo,
guiado por el latido de mi corazón.
Porque la vida es un acto de fe,
una danza en el borde del abismo,
donde sólo aquellos que se atreven a saltar
descubren la verdadera libertad.
Al final de cada día, verás
no son nuestras habilidades
las que definen quiénes somos,
sino nuestras decisiones,
y yo elijo vivir con pasión,
con coraje,
con la convicción de que,
aunque el mundo esté loco,
los sueños son
el verdadero motor de la vida.
Allá voy,
con el viento a mi favor,
el sol en mi rostro
y el agua de la vida en mis manos,
dispuesto
a mover montañas y a conquistar
los horizontes de mi propia imaginación.
Porque soy un soñador,
un loco, un valiente,
y este es mi camino,
mi decisión,
mi vida 💛