Y la tormenta pasará,
la lluvia cesará,
y vendrán nuevos soles
para iluminar nuevas sonrisas.
Olvidaremos a los hechiceros
y recordaremos a los muertos.
Sabrás que somos pequeños,
vulnerables, frágiles,
pero que amamos la vida.
El arcoíris de mil colores
se reflejará en tus ojos,
el primer rayo de un nuevo sol
brillará en tu sonrisa.
Somos afortunados,
millonarios del universo,
hijos de la tierra,
cantando a la vida
con cada latido,
con cada suspiro.
Bajo el cielo,
en la inmensidad de nuestro ser,
celebramos el milagro
de existir,
de sentir,
de amar sin medida.
Somos la luz que se refleja
en cada gota de lluvia,
el eco de la tierra
que resuena con fuerza,
los hijos de un planeta
que canta a la vida,
y que nunca dejará de soñar.